viernes, 3 de junio de 2011

Descolorido paseo por Av. Santa Fe

Repeat with me:

Un día de paseo en Santa Fe,
no le hace mal a nadie ya lo se.
Mirando las vidrieras me encontré,
con una oferta aburrida y demodé.
Era toda gris y anticuada esa pilcha,
camisas apagadas y cliché.



La horrible canción pegadiza de los '70 tenía una letra levemente distinta a la transcripta supra, pero creo que esta versión describe bastante mejor mi experiencia de días atrás paseando por la coquetísima Avenida Santa Fe. Resulta que, ocupado en otros menesteres, andaba por la zona y tenía que "hacer tiempo", por lo que dediqué algunos minutos a recorrer vidrieras, en la búsqueda de esas novedades que deleitan a la afición que tan fielmente me sigue en este espacio -es decir, mi tía Lucrecia y mi perro Bobby-. Menudo chasco me llevé. Lo que suele ser un deleite para cualquier amante del buen vestir, esas cuadras que reúnen a marcas que siempre deparan sorpresas agradables como Giesso, Mc Taylor, Halsey, Rochas y Daniel Hechter, entre otras, esta vez estaba más aburrido que bancarse tres horas de cadena nacional chupando un helado de limón.

No se bien lo que ha pasado, pero la oferta de prendas invernales para hombre que lucía en las vidrieras era poco menos que depresiva. Abundancia de tonos apagados y combinaciones sosas: sacos grises con corbatas grises, con pantalones grises, con chalinas grises, con sobretodos grises y siguen las firmas. Sastrería que parecía salida de lo peor de la década de 1980: blazers amorfos, solapas sin pespunte, telas que no aparentan la mejor calidad. Hasta Halsey, que es una casa para veteranos, pero de buena calidad, ponía unos trajes que parecían salidos del Ejército de Salvación al lado de unos zapatotes espantosos de punta cuadrada y suela de goma, como los que usan esos oficinistas que llevan la adultez con disgusto. Hasta Mc Taylor -que habitualmente se engalana con vidrieras modernas y de impronta europea- parecía querer mimetizarse con la difunta Angelo Paolo. Todo muy triste, muy pobre, demasiado austero. ¿Qué cornos está pasando? ¿Dónde quedaron esos cortes estilizados, esos géneros innovadores, ese colorido atrevimiento de otras temporadas? ¿Es que acaso los comerciantes de Av. Santa Fe están conspirando secretamente para ahuyentar a la clientela?

La única etiqueta que salvaba las papas era Daniel Hechter, mostrando una sastrería contemporánea, entallada, elegante. Camisería sobria y elegante. Y un toque de atrevimiento en corbatas de colores vivos, como el naranja y el vinotinto.

En líneas generales, un fiasco que intuyo más vinculado a ciertos problemas para importar telas y prendas terminadas, que con una psicosis colectiva de diseñadores y vidrieristas. Una lástima.

5 comentarios:

La Niña Vreeland dijo...

Un placer su blog, Dr. Le extraña que en Santa Fe las vidrieras no garpen? Recuerde que esa avenida, antes tan elegante, hoy es el Once con un upgrade arquitectónico... algo así como una metáfora de este bonito país.
Un ósculo pour vous.

teresweetstyle dijo...

gracias por tu comentario! me ha encantado es de que en los 80 se colgaban chupetees... desde luego siempre ha habido alguna cosa rara que nos hemos colocado por seguir la moda.
magnifica entrada!

un saludo!

Mario dijo...

Nada, todavía nuestros escaparetes están en pleno verano, y te puedo asegurar que tan terrible es el gris apagado y aburrido como el estallido de color que reina actualmente en España... ¿nos hemos vuelto locos?, rojo, verde, azul y amarillo todo mezclado y a la vez... realmente a mí me apetece ver "vidrieras" un poco menos coloristas...

Gracias por tu comment!!!


Un saludo,
Mario de la Renta
http://mariodelarenta.blogspot.com

Dr. Merengue dijo...

Estimada Niña, coincido que la Av. Santa Fe no es lo que solía ser, pero el tramo que va entre Callao y Libertad todavía conserva algo de la dignidad de antaño.

Tere, si uno se pone a hacer retrospectiva, se dará cuenta que lo que hoy es la última moda, probablemente mañana sea ridículo. Por eso quedan dos opciones: conservar un estilo clásico, o hacer desaparecer periódicamente todas las fotos que prueban el oprobio.

Estimado Mario, como diría Aristóteles, siempre hay un justo medio. Creo que los diseñadores europeos están desquiciados, pero los de aquí se han quedado sin ideas y sin presupuesto. Al margen de eso, te felicito por tus muy bonitas fotografías.

Gonzalo Rossello dijo...

Si, a veces es un poco bajon las vidrieras.... son muy pocas las que zafan. Se quedan en lo XL del local en si y descuidan el resto de la estetica.


Saludos!